martes, 4 de diciembre de 2007

John Galiano para Dior



John Galliano, infalible 'conquistador' de la alta costura francesa, reveló en el Polo de París lo que promete ser una primavera-verano 2006 apta para lanzarse a la "evocación de los recuerdos de grandeza".En la pasarela se han visto etéreos y/o enormes volúmenes dominados por el rojo portados sobre mujeres rubias platino maquilladas con considerables ojeras marrones. El rojo era sangre de toro o rojo sangre, simplemente, en inmensas capas cuyo cuello ocultaba gran parte del rostro, en manchas carmesí estampadas sobre retazos transparentes asimétricos o sobre los bajos sorprendentes de un conjunto.
Hubo también cuero marrón y negro en abundancia, a menudo para pantalones que forraban sólo los muslos, hasta las caderas, enlazados en los laterales sobre botas hasta las rodillas del mismo cuero. Esto se combinaba con transparencias y drapeados de muselina, volátiles tules, macizos linos rojos, fieltros negros bordados o tafetán. Todo para una "nueva María Antonieta" que con Galliano no tendrá nada que temer a la guillotina, pues sus voluminosos vestidos de lujo ensalzarán bellamente bordado el lema de la Revolución francesa.

"CC"



Coco Chanel



País de origen:Francia



Su trayectoria:Empezó en 1909 diseñando sombreros en un piso de Boulevard de Malesherbes; un año después abrió su tienda "Modas Chanel" ahora llamada Chanel. Convirtió el uniforme del orfanato, el vestido negro, en todo un clásico de la elegancia, que para ella significaba sencillez y libertad de movimiento. Fue la primera diseñadora que lanzó una fragancia; se trataba de Chanel Nº5. Aunque murió el 10 de enero de 1971 en París su imperio es el más grande ícono de la moda mundial.



"UNA MUJER SIN PERFUME NO TIENE FUTURO"


un poco de AMOR

Albergue para ancianos en Perú lanza campaña “Adopta un Abuelito”



LIMA, 26 Feb. 04 / 02:10 pm (ACI).- Con el objetivo de atender a numerosos ancianos abandonados y recogidos de la calle, el albergue San Lucas en la provincia del Callao ha lanzado la campaña “Adopta un abuelito” que permitirá, con una pequeña donación mensual de 20 dólares, mejorar la calidad de vida de decenas de adultos mayores.
El administrador del albergue católico, Percy Zegarra, explicó que el centro está habitado por una mayoría de “ancianos que han llevado una vida desordenada, que se dedicaron de muy jóvenes a las
drogas, al alcohol, y terminaron en la calle. Otros maltrataron mucho a sus familias, y cuando los hijos crecieron se fueron y los abandonaron”.
“Muchos vienen al albergue diciéndonos que no tienen tiempo para hacerse cargo de su padre o de su madre, pero este albergue es exclusivamente para aquellos ancianos que no tienen a nadie”, resaltó Zegarra.
Mantener a un anciano o una anciana en San Lucas cuesta alrededor de 120 dólares al mes, cantidad que incluye su sustento, pañales, medicación y los gastos de luz y agua del edificio en el que viven. Pero no siempre se dispone de esta cantidad. El albergue depende totalmente de gente que dona alimentos o productos de limpieza, y en ocasiones excepcionales de corporaciones o entidades públicas que colaboran con otro tipo de donaciones.
La campaña “Adopta un abuelito” consiste en que cada “nieto” voluntario deposite mensualmente en el banco 20 dólares, y si puede visite a su “abuelo” y darle algo de cariño.
Sin embargo, Zegarra explicó que hasta ahora “tenemos sólo 6 nietos, de entre 35 y 45 años. Alguno deposita sus 20, otro 15, otro 10 soles (unos 3 dólares). Ellos ponen lo que pueden”.
La mayoría de los 27 ancianos abandonados que vive en el albergue provienen del Centro de Lima; y en el Callao, de los asentamientos humanos de Ventanilla y Pachacútec, el Terminal Pesquero o los Barracones.
Según Zegarra, los adultos mayores aceptan dejar la calle y la limosna cuando ya están muy enfermos y apenas pueden valerse por sí solos. Se alimentan mal y sufren de infecciones y desnutrición agravadas por las duras condiciones de pobreza en las que viven. La mayoría llegan al albergue con tuberculosis, gangrenas producidas por heridas nunca curadas, y en algunos casos hepatitis y
SIDA. También sufren de enfermedades mentales.